miércoles, 9 de febrero de 2011

DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI

Análisis del reporte de Carlos Tünnermann-Bernhein

Ante los retos que representa la globalización y el acceso a la información, la educación superior se ve en dar respuestas a la sociedad ante la demanda de nuevas profesiones y subprofesiones, cambios en los espacios laborales de las profesiones, así como en los nuevos perfiles profesionales, las nuevas competencias relacionadas las tecnologías, y cambios en la organización de las instituciones.

Estas demandas implican que los individuos obtengan niveles más altos de educación, que la misma sea de calidad, tanto que las instituciones puedan ser competitivas entre sí a nivel internacional. Igualmente al perfil de las diversas profesiones hay que agregarle el manejo de las nuevas tecnologías y el dominio de varios idiomas.
Otro reto, es pasar de la educación de la educación presencial a la virtualidad, aunque esta no represente la democratización de la educación, a ofrecerla a un menor costo, pero se mantiene como exigencia de educación. Al respecto, consideramos que si es costosa para las instituciones educativas, representa la oportunidad de acceso a la formación sin barreras de tiempo y espacio.
Con el propósito de una propuesta para hacer frente a estos cambios que se exigen, Gravel nos dice que son  necesarias  las siguientes acciones:

  • Desarrollar sectores específicos de excelencia en el campo de la enseñanza y la investigación.
  • Desarrollar iniciativas de carácter multidisciplinario, en las áreas académicas, de investigación y extensión.
  • Lograr enlaces con el sector productivo, ya sea público, privado o de carácter social a fin de estimular actividades de investigación y desarrollo, y redes de cooperación, en lo que se entiende de carácter internacional progresiva.


El rol de la educación se ve subrayado por el Informe de Task Borce, publicado por el Banco Mundial. Dicho documento inicia con un epígrafe del Presidente de la Rice University. Malcolm Gillis: “Hoy día, más que nunca antes en la historia de la humanidad, la riqueza o pobreza de las naciones dependen de la calidad de su Educación Superior”.      
                                                                                                                  
 
Por dónde comienza la transformación al nivel superior?
Para muchos organismos, y para las propias naciones la educación superior debe sufrir una profunda transformación, la cual implica, entre muchas otras ejercer:
  • La responsabilidad social y la función de servicio a la comunidad a la que pertenece.
  • Lograr la calidad.
  • Alcanzar una cultura universitaria que implica la atención de los aspectos de transformación en todos los ámbitos universitarios.
  • Apropiación de la tecnología para aprovechar sus ventajas para la organización, administración y enseñanza, así como para enseñar cómo usarlas adecuadamente en el ejercicio de las diversas profesiones de las carreras que se imparten.
Educación orientada al logro de nuevas competencias
Además, la educación superior debe estar orientada a lograr profesionales con capacidad de innovación, de resolución de problemas, con capacidad de crear fuentes de empleos gracias a su espíritu empresarial, pero sobre todo que sea polifacético con cierto conocimiento de las otras profesiones, por lo tanto la educación superior debe lograr individuos con:
  • Capacidad de resolución de problemas y de adaptarse a los cambios.
  • Capacidad de seleccionar información relevante de los ám¬bitos del trabajo, la cultura y el ejercicio de la ciudadanía, que le permita tomar decisiones-
  • Capacidad de seguir aprendiendo en contextos de cambio tecnológico y sociocultural.
  • Capacidad para la búsqueda de espacios  de conexión entre los contenidos de las diversas disciplinas, de tal ma¬nera de concretar proyectos en cuyo desarrollo se apli¬quen conocimientos o procedimientos propios de diversas materias.
Una conclusión
Al final, la literatura y  los diversos autores citados, quienes se preocupan por los avances de la sociedad,  apuestan por la educación superior, aun cuando algunos han criticado sus resultados. Sin embargo, los más optimistas apuestan por lograr a través de educación a nivel superior  la obtención de individuos capaces de adaptarse a los cambios, ser profesionales en sus áreas, pero con capacidad de crear vínculos con otras disciplinas, y sobre todo de aplicar conocimientos para el desarrollo sostenible de la sociedad  a la que pertenecen.